¡Me inclino ante el Rey del Esplendor Sereno, el Maestro de la Sanación, Perfectamente Iluminado! Beneficias a todos los seres vivientes, nos proteges de las miserias de los niveles inferiores, y disipas los tres venenos y sus efectos por el poder de tu Nombre. ¡Invoco al Sanador Supremo, victorioso sobre los tres venenos!
Sostienes en tu mano derecha una rama de mirabolano, el antídoto a todo padecimiento físico, y en tu mano izquierda una escudilla con néctar para purificar la mente. Los rayos que emanan de tu cuerpo penetran todas las direcciones de la existencia cíclica para bendecir y sanar a todos los seres vivientes de sus desórdenes físicos y mentales, y para eliminar el karma negativo.
¡Ruego que tu Nombre, el néctar de la sanación, siempre permanezca en nuestros labios! Ruego que tu Nombre venza las cuatrocientas y cuatro enfermedades causadas por la desarmonía física. Ruego que tu Nombre conquiste las mil y ochenta interferencias y los trescientos y sesenta obstáculos que provocan las enfermedades mentales.
Al entrar en al samadhi que elimina el sufrimiento y las aflicciones de los seres, pronunciaste el Dharani del Maestro de la Sanación para el beneficio universal: “¡Reverencia al Señor, Maestro de la Sanación, Rey del Esplendor Sereno, el Victorioso, Perfectamente Iluminado! ¡Así es! Eres la sustancia sanadora, el acto de la sanación, y el Maestro de la Sanación. ¡Me entrego a tu sendero perfecto!”
namo bhagavate bhaishajya-guru vaidurya-prabha-rajaya
tathagataya arhate samyak-sambuddhaya
tadyatha om
bhaishajye bhaishajye maha-bhaishajya-samudgate svaha
En la Tierra de las Nieves y doquiera en este mundo, por tu bondad y la gracia de los maestros del linaje, recitamos tu mantra con claridad, pureza, y orgullo divino: “¡Así es! Me entrego a la sustancia sanadora, el acto de la sanación, y el Maestro de la Sanación.”
tayatha om
bhekandze bhekandze maha-bhekandze
radza samudgate so’ha