“En su origen, la Talidad tiene atributos sublimes. La Talidad manifiesta el conocimiento supremo que brilla por doquier. La Talidad tiene verdadera sabiduría y su mente reside en sí misma. La Talidad es eterna, dichosa, auto-existente, y verdaderamente pura; es vigorosa, inmutable, libre…
“Ya que posee todos estos atributos y no carece de nada, la Talidad se designa como la Esencia del Buda y el Cuerpo Verdadero del Buda.”
—Asvagosa, Mahāyāna Śraddhotpāda Śāstra
La Talidad es la realidad suprema de todo cuanto es, tal como es.
La Talidad es la totalidad, la perfección.
La Talidad es más allá de la manifestación, pero la manifestación es en la Talidad.
La Talidad es más allá de la pureza y la impureza, más allá del bien y el mal.
La Talidad es más allá de la existencia y la inexistencia.
La Talidad es más allá de la dualidad, pero la dualidad es en la Talidad.
La Talidad es más allá de la expresión, extrínsecamente vacía, sin signos ni deseos.
La Talidad es la pureza verdadera, el ser verdadero, la dicha verdadera, y la permanencia verdadera.
Es de la Talidad que decimos:
Ni esto, ni lo otro, ni ambos, ni ninguno.