¿Qué es el Dharma?

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La Congregación Budista de la Compasión Universal es una sangha Mahayana con conexiones históricas tibetanas (Vajrayana).

Seguimos la tradición original pura (krita-yuga shuddha dharma) de la Gran Vía Central (Sáns. mahamadhayamaka; Tib. dBu ma chenpo) del Protector Maitreya, Arya Nagaryuna, Arya Asanga, Arya Vasubandu, Kunchen Dolpopa y Yetsun Taranata, cuyas enseñanzas recibimos directamente del Buda Sakyamuni, mediante el linaje ininterrumpido de la sucesión discipular. Somos personas de todas las nacionalidades; no somos étnicamente tibetanos ni ‘budistas tibetanos’.

Nos proponemos presentar el Dharma en el contexto del lugar, el momento histórico, y las circunstancias (desha-kala-patra) actuales. Estudiamos y recitamos los textos en nuestros propios idiomas, evitando el excesivo ritualismo y otras manifestaciones étnico-culturales tibetanas.

Siguiendo el ejemplo y las instrucciones del Maestro Dolpopa, expresadas en El Cuarto Concilio, la adhesión fiel al Dharma requiere renovación:

  • cuando hay agotamiento, confusión, o corrupción en la comunicación del Dharma, y
  • cuando hay cambios importantes de lugar, momento histórico, y circunstancias.

Bajo estas condiciones, es necesario abreviar la línea de transmisión; esto es, es necesario restablecer una conexión directa con las enseñanzas originales de los Grandes Maestros, y hacer la visión y la práctica del Dharma más accesibles a los seres sensibles en su contexto presente.

¿Qué es el Dharma?

El término Dharma se define como una enseñanza basada en el conocimiento válido y verdadero. Así, el Dharma es aquello que nos brinda conocimiento, tanto de la realidad convencional como de la definitiva. El Dharma no es indio, tibetano, chino, coreano, japonés, europeo, o americano.

Como el Dharma se extendió originalmente en áreas orientales del mundo, y fue allá donde se preservó hasta épocas recientes, existe una tendencia a igualar las expresiones culturales del Dharma en esas áreas con el Dharma propiamente.

Empero, mezclado con el Dharma puro hay un enorme agregado de costumbres locales, así como elementos característicos de la decadencia de nuestra era presente de las Cinco Corrupciones. Por lo tanto, encontramos supersticiones burdas, rituales de todo tipo con propósitos dudosos, y otros componentes mundanos de culturas locales mezclados con la expresión del Dharma.

El Dharma es puro, allende toda influencia geográfica o temporal; es transcultural y universal. Es este Dharma universal el que todos los linajes auténticos desean diseminar en el mundo. El mundo no está interesado en otra manifestación mundana más de cultura y religiosidad. Estamos buscando ese conocimiento completo y puro que da significado y propósito a la vida, un conocimiento universal que hace nuestras vidas más sanas y felices.

El budismo Vajrayana

No dudamos por un instante de la validez de las visiones y prácticas de los linajes existentes del budismo Vajrayana tibetano. Las escrituras del Kangyur y Tengyur son fieles exposiciones del Dharma, y los comentarios de los Grandes Maestros las hacen accesibles. La esencia de las visiones y prácticas Vajrayana —las Cuatro Nobles Verdades, el Origen Interdependiente, los Cuatro Inconmensurables, las Excelencias Trascendentes, los Cinco Pasos, la Naturaleza Búdica, y la vasta cantidad de información sobre la mente, las emociones afligidas, los oscurecimientos al conocimiento y sus antídotos— todo esto está perfectamente establecido, explicado en las escrituras y los comentarios de los acharyas en los linajes existentes. Es este un gran tesoro, el conocimiento claro y perfecto que la sociedad humana necesita, y que transforma las vidas de todos quienes lo reciben.

Sin embargo, hay aspectos externos de la práctica del budismo Vajrayana tibetano, y las formas en que este conocimiento se presenta en Occidente, en los que hay una clara confusión entre aquello que es verdaderamente el Dharma y aquello que es meramente cultura étnica tibetana.

Como la cultura budista fue dominante en el Tíbet por muchos siglos, muchos aspectos de la cultura tibetana concuerdan con el Dharma; es decir, son expresiones verdaderas de los principios del Dharma en un tiempo y lugar particulares. Sin embargo, esas mismas formas culturales, impuestas en un momento y un lugar diferentes, cesan de ser expresiones del Dharma, y se convierten en meras manifestaciones nostálgicas de chovinismo étnico. El Dharma no es un conjunto de reglas fijas concernientes a estilos de vestir, etiqueta al comer, modas musicales, y otras manifestaciones culturales. El Dharma consiste de aquellos principios que informan estas manifestaciones.

Al continuar este linaje de la trasmisión del Dharma, no somos embajadores de una etnia cultural específica, sin desmedro de cuán hermosa, noble, y merecedora de conservación ésta sea. Nuestra misión es llevar las enseñanzas salvíficas del Dharma a todos los seres sensibles, sin importar de qué culturas provengan.

Representamos al Buda Sakyamuni y Su sucesión discipular (re-presentar significa presentar de nuevo). En vez de asumir que cierta expresión cultural específica “es el Dharma” porque se realizó en el pasado en una manifestación localizada, debemos siempre discernir entre los principios universales del Dharma y sus expresiones particulares. Aún si un principio universal del Dharma se expresó perfectamente en cierto momento y lugar específicos, no significa que el mismo principio pueda expresarse idénticamente en un contexto diferente.

La historia de cada linaje es precisamente una de continuo cambio y adaptación; viene de un lugar, un momento histórico, y una circunstancia. Rehusar cambiar el modo y presentación del Dharma es quizás la más funesta e insidiosa innovación; es una desviación del orden fundamental, una traición a la misión del Buda para la redención de todos los seres sensibles.

La cultura del Dharma no está ni internamente ni externamente estandarizada. Varía de un lugar a otro, y de momento a momento. Lo que no es variable en el Dharma es la ciencia espiritual que informa las diferentes prácticas de la cultivación espiritual, culminando en la completa iluminación. Así, es contraproducente presentar las enseñanzas, sin importar cuán hermosas sean, delimitadas en un formato exótico.

Cada cultura en el mundo material está en un estado de flujo constante. Esto es, sus valores y creencias esenciales se expresan en formas variables (lenguaje, arte, arquitectura, vestido, cocina, comportamientos, etc.) de acuerdo al contexto en el cual se manifiestan. El cambio es una característica esencial de la existencia material. Así como el Buda Sakyamuni apareció en una Forma dada, en un lugar, un momento, y unas circunstancias específicos, así debe el linaje “renacer” en cada lugar, en cada momento, y en cada circunstancia.

No necesitamos “occidentalizar” el Dharma, sino más bien propagar el Dharma en el Oeste, tal como lo hemos recibido. Para hacer esto, expresamos los principios inmutables del Dharma en este lugar, en este momento, y en estas circunstancias. Un correcto estilo ‘oriental’; la habilidad de citar y etimologizar términos en idiomas que desconocemos; y la burda imitación de los acentos, idiosincrasias, y manerismos de maestros asiáticos, no nos hacen ni pueden hacernos practicantes puros del Dharma. De hecho, estas formas externas que algunos equivocadamente aceptan como signos de adelanto espiritual, con frecuencia obstaculizan que el mensaje puro del Dharma pueda penetrar las mentes y corazones de muchos occidentales sinceros.

Expresamos los principios del Dharma en una forma auténtica en este lugar, en este momento, y en estas circunstancias. La Gran Vía Central se originó en la India, floreció en el Tíbet, y ahora echa raíces en Occidente. Para ser fieles al linaje Maha-Madhyamika, debemos constantemente renovarlo.

¡Rogamos que todos puedan abrazar la felicidad y las causas de la felicidad!

mangalam

Con agradecimiento a Marcos Revérberi, quien colaboró en esta traducción.

22 respuestas a ¿Qué es el Dharma?

  1. hippiedou dijo:

    Muy interesante tu reflexión… da a pensar y meditar para aquellos que comparten tu multiculturalidad y que difunden su experiencia espiritual o enseñan disciplinas alternativas en inglés cuando su idioma nativo es otro. Las emociones y pensamientos profundos suelen expresarse con más entereza y afinidad en el idioma (o idiomas para algunos) en el que crecimos y que nos recuerda nuestras raíces culturales, tradiciones y vínculos familiares. Gracias por compartir!

  2. MamAsima dijo:

    Me ha encantado leer tantos textos iluminadores en castellano; BRAVO por esta excelente y dedicada labor de amor. ¡Muchas gracias!

  3. silvia dijo:

    Gracias por compartir con nosotros todos las reflexiones que diariamente nos iluminan el sendero y nos ayudan a comprender mejor el camino.

  4. Cada dia espero con entusiasmo leer la releflexion daria y adentrarme un poco mas en el conocimiento del Buda y enriquecer mi espiritu.

  5. Alejandro Rosete Sosa dijo:

    Gracias, maestro, porque con su trabajo de traducción puedo conocer más sobre la Doctrina. Namasté.

  6. Desconocido maestro: aunque hace años que trato de practicar y estudiar budismo -1ro. zen, ahora tibetano- sólo ahora encuentro su sitio. Comparto con usted en parte las ambivalencias de las lenguas, Me agrada el inglés, aunque soy hispanohablante viviendo en mi país natal -Uruguay- y amo mi lengua materna, en la cual he escrito algo de poesía y relato. Pero la creación artística tiene por resultado afianzar el yo, y he encontrado que me aleja del Dharma y la vacuidad…, por lo cual casi la he abandonado. La vida pasa, y no hay tiempo que perder.
    También la inquietud por la traducción he sentido, ya que por mi parte, modestamente, he traducido del inglés al español algunos artículos me han llegado en inglés y me han gustado especialmente o que me ha pasado la monja uruguaya -de escuela tibetana- que vive en eua y es mi guía o mentora, a falta de maestro (Ven. Thubten Saldon, Colorado, USA; con ella hemos traducido conjuntamente algunas conferencias en inglés, particularmente de Ven. Pema Chödrön, su maestra).
    Me siento feliz de haber encontrado su página. También he intentado con WordPress (Atisbando.wordpress.com), pero confieso que todavía no he aprendido a editar correctamente ese servidor, por eso no lo uso. Agradezco sus contribuciones y comenzaré a frecuentarlas; especialmente me interesa el conocimiento y la difusión de textos que he conocido en inglés pero no están en español. Gracias.
    Namasté. En el Dharma.

  7. Hola, Tashi Nyima, Quiero contarte còmo fue mi encuentro con el Dharma. A los 62 años, se realizò un «espacio» dentro de mi, que no tenìa su equivalente en lo externo, pasaban los dìas estaba muy atenta a todo lo que sucedìa en el entorno, hasta que una palabra quedò resonando en mis oìdos. ZEN, luego ZAZEN,luego la direcciòn de un zendo, y comencè la pràctica , y ese espacio que se abriò en mi conciencia , encontrò su afìn externo. A 3 años contìnuos de pràctica voy comprendiendo còmo se manifiesta el Dharma, que està mostràndose en millones de instantes simultàneos, y que la bondad y la compasiòn son inherentes al Dharma. Màs allà del .zazèn. Comparto completamente lo mencionado en tu artìculo, porque lo contrario, serìa absolutamente lo opuesto, el fin del Dharma cosa imposible de suceder!

  8. Sondar dijo:

    Querido Tashi-la, om svasti!.. En relación con el 1er precepto, y todo lo que se sigue de éste -o sea todo el Dharma- quería hacerlo llegar un artículo que apareció traducido en un sitio chileno, que es sobre la vida y la consciencia en el reino vegetal: http://www.elmostrador.cl/noticias/vida-en-linea/2015/12/09/neurobiologo-de-la-universidad-de-florencia-las-plantas-tienen-nuestros-cinco-sentidos-y-quince-mas/ …Son investigaciones últimas de la ciencia, y me plantean todo sobre la supuesta primacía del reino animal entre todos los creados. Esto me plantea su vez cuestiones sobre la pertinencia del vegetarianismo o el veganismo, y ya se podrá imaginar el resto si lee la entrevista a este neurobiólogo italiano. ¿Por qué es más lícito comer verduras antes que vacas, las cuales por su parte comen pasto, otra verdura?… mangalam… Sondar

    • Tashi Nyima dijo:

      Estos «estudios», financiados por la industria cárnica en su mayoría, son meros intentos de confundir. No hay equivalencia —los animales sufren, las plantas no tienen sistema nervioso central, ni conciencia de sí mismas. Por eso, aunque son seres vivos, no son seres conscientes. Aun si lo fueran (que no lo son), comer animales requiere «matar» muchas más plantas, pues los animales consumen la mayor proporción de materia vegetal a nivel mundial. No te dejes confundir.

      • Sondar dijo:

        Entiendo, Tashi-la. Gracias por la oportuna cautela, pero me pregunto hasta qué punto podemos afirmar que el reino vegetal no tiene consciencia de si mismo porque sus miembros no tienen sistema nervioso central.., ése es el tema oculto de esta nota.. Soy bastante marxista-no materialista, y la explicación que me da usted, es marxista. ¿Las redes vivas quedan descalificadas? ¿cómo sabemos que no sufren?, ¿somos nosotros la medida, la referencia de la consciencia? Los hechos parecen contradecir esto… Incólume la explicación cuantitativa; sí, comiendo materia animal estamos destruyendo materia viva por partida doble, ya que muchos animales se alimentan naturalmente de otra materia viva. La consciencia organizada que se alimenta de otras consciencias, aparentemente menos organizadas. Aunque abolide muchos cánones, siento que la consciencia es la clave, y quisiera pensar que *todo* el universo es Consciente, de una forma u otra. La consciencia es nuestra sangre vital común. Aunque no soy ni nunca fui cristiano, creo que ésta es una visión franciscana, hermano sol, hermana luna… Tashi-la, mangalam. Sondar

  9. Tashi Nyima dijo:

    No somos los humanos confundidos la referencia de la realidad, en esta u otra instancia. La referencia es el conocimiento de los Budas, y los Budas nos instruyen claramente que los seres vivos no son todos conscientes. (Nada tiene esto que ver con el marxismo.) De hecho, los Budas consideran las plantas como elementos del entorno generado por el karma de los seres conscientes. Ahora bien, debemos tratar a todos los seres vivos con amor y compasión. Ya que la existencia samsárica es imperfecta, y no podemos subsistir sin causar algún daño, la práctica consiste en minimizarlo en todo lo posible. Los argumentos que profieren los propagandistas cárnicos conducen a la indiferencia. No es lo mismo degollar una vaca o un cerdo que morder una manzana…

  10. Yasser Chan dijo:

    Gracias por la información, donde se encuentra el centro budista en México? Gracias

  11. Luis Aylas V dijo:

    Gracias, ah sido una lectura muy provechosa y de esclarecimiento sobre el Dharma, muy agradecido.

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