Al atisbarlas, las maravillas del mundo parecen placenteras.
Al alcanzarlas, cada una acarrea su propio sufrimiento.
Tras convertirse en sueños esos breves instantes de felicidad,
siempre hay algo que me pone triste.
—Gendun Choepel
Al atisbarlas, las maravillas del mundo parecen placenteras.
Al alcanzarlas, cada una acarrea su propio sufrimiento.
Tras convertirse en sueños esos breves instantes de felicidad,
siempre hay algo que me pone triste.
—Gendun Choepel
La naturaleza real de la mente luminosa es primordialmente la vacuidad,
y la vacuidad es primordialmente el carácter esencial de la luminosidad.
—7mo Karmapa Chödrak Gyatso, Océano de textos sobre la razón
Así como el mundo entero,
con sus montañas, continentes, y demás,
existe en el espacio infinito,
así también todos los fenómenos
aparecen en la Naturaleza Búdica.
—Dilgo Khyentse Rimpoché
Los Victoriosos que han abandonado las oscuraciones
han declarado, en breve, que el samsara
es la mente con lacras, como el apego,
y la liberación consiste en su ausencia.
—Kambala, Alokamala
Me inclino ante mi propia mente
que disipa la ignorancia de la mente
al eliminar la madeja mental
con la mente misma.
—Nagáryuna, Cittavajrastava
Primordial, sin aspectos, invariable, radiante,
sin par, infinita, sin conceptos,
sin características, igual al espacio,
sin centro ni circunferencia,
los grandes seres observan esta mente luminosa.
—Bhavaviveka, Madhyamakahridaya
Mientras el cuerpo permanezca en el mundo,
el alimento y el vestido son necesarios.
Los acepto tal como los genera mi karma,
sin esforzarme por obtenerlos.
—Ippen Shonin
Primero, uno pone final a lo que no es meritorio.
Entonces, uno pone final a la identidad.
Más tarde, uno pone final a todas las creencias.
Quienes entienden ésto son hábiles.
—Aryadeva, Chatuhshataka
Si logramos comprender lo que somos en realidad,
no hay mejor remedio para eliminar todo sufrimiento.
Este es el corazón de toda práctica espiritual.
—Kalu Rimpoché
El amor y la compasión brillan por entre las persianas en esos momentos en que espontáneamente ayudamos o consolamos a otros, no por interés ni porque esperemos recibir algún beneficio, sino simplemente porque es correcto hacerlo.
—Mingyur Rimpoché