Vivimos y nadamos en un mundo de conceptos. Y nuestro primer concepto poderoso es quiénes somos, quiénes creemos que somos. Tenemos ideas sobre quiénes somos que deseamos que todos compartan. Nos identificamos con nuestro género, nuestra nacionalidad, raza, clase social, educación, y además somos el hermano o hermana de alguien, el esposo o la esposa, la madre o el padre. Representamos muchos roles.
Y todos tenemos recuerdos que nos dicen cómo somos: “Soy una persona feliz. Soy una persona infeliz. Tuve una infancia maravillosa. Tuve una infancia terriblemente abusiva. Soy una persona espiritual. Soy totalmente mundana.” Son sólo conceptos.
Y esos conceptos nos encierran. Dicen que podemos hacer ésto, y no podemos hacer más que éso. “Éstos son mis límites.” Y todo lo que vemos y con quien nos relacionamos está delimitado por esa jaula pequeña de juicios, prejuicios, y percepciones muy limitados…
𑁋Jetsunma Tenzin Palmo